Una foto que capturé hace muchísimo tiempo, en la que quise experimentar y puse a prueba mis habilidades fotográficas. Esta imagen muestra una flor amarilla radiante, llena de vida y energía, reflejada con delicadeza en pequeñas gotas de agua cristalinas. Cada gota actúa como un diminuto espejo, que captura el vibrante tono dorado de los pétalos, añadiendo una dimensión mágica a la escena. La composición de la imagen fue cuidadosamente pensada para resaltar la belleza natural y la frescura de la flor, creando una atmósfera serena y armoniosa.
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